Malala Yousafzai: La Historia de una Superviviente.

Abrimos nuestra sección ICÓNICA dedicada a todas aquellas mujeres que se convierten en toda una fuente de inspiración para nuestras vidas.

Malala Yousafzai es una de las activistas más influyentes en todo lo que tiene que ver con la defensa del derecho a la educación de los niños y niñas. Si, porque si hay una herramienta poderosa que puede cambiar al mundo en un par de generaciones, definitivamente es la educación.

Nacida un 12 de julio del año 1997 en Pakistan,  Malala es hija de Toorpekai y Ziauddin Yousafzai.  Desde que tenía trece años escribía un blog bajo el seudónimo Gul Makai. Y lo hacía nada menos que para la BBC. En este blog ella narraba su dura vida en Pakistan, bajo el régimen del Tehrik e Taliban Pakistan, una organización terrorista asociada a los talibanes.

A partir del año 2003 y hasta el 2009 los talibanes obligaron a cerrar todas las escuelas y no solo eso, además destruyeron 170 de estas y colocaron bombas en otras cinco. Incluso decapitaron a 13 niñas imponiendo un régimen talibán de tiranía y  terror en los que se les negaba sistemáticamente los derechos a las mujeres a estudiar.

La vida de Malala dio un vuelco radical un 12 de octubre del año 2012 cuando tras abordar un autobús escolar, un miliciano del Tehrik e Taliban Pakistan le disparó con una pistola  en reiteradas ocasiones impactándole en el cráneo y cuello. En aquella ocasión dos jóvenes más fueron heridas.

Fue trasladada en un helicóptero a un hospital donde fue intervenida quirúrgicamente.

«Los terroristas pensaban que podrían cambiar mis objetivos y frenar mis ambiciones, pero nada cambió en mi vida excepto esto: la debilidad, el miedo y la desesperanza murieron. La fuerza, el poder y el valor nacieron».

Luego de ese atentado, el portavoz del régimen, Ehsanullah Ehsan declaró que intentaría matarla de nuevo, lo que desató una ola de protestas tanto a nivel nacional como internacional. Por aquel entonces y recibiendo el apoyo de grandes líderes como Desmond Tutu y Barack Obama, Malala se convirtió en una joven reconocida a nivel mundial.

Ya para octubre del 2012 , fue trasladada a un hospital de Birmingham para ser sometida a una cirugía reconstructiva y por supuesto para lograr una mejor recuperación. En esos tres meses  le lograron implantar una placa de titanio y un dispositivo auditivo. Luego de esto, Malala ingresó a una escuela secundaria en Inglaterra. Ese mismo año fue elegida por la revista TIME como una de las personalidades más influyentes del mundo.

El 10 de octubre del año 2014, Malala, junto a Kailash Satyatyhi – activista contra el trabajo infantil en la India- recibió el Premio Nobel, convirtiéndose en la activista más joven en recibir dicho premio.

«A pesar de su juventud, ya ha luchado durante varios años por el derecho de las niñas a la educación y demostró con su ejemplo que niños y jóvenes también pueden contribuir a mejorar su propia situación. Ella lo hizo en las más peligrosas circunstancias. A través de su lucha heroica se ha convertido en una portavoz líder en favor del derecho de las niñas a la educación”, agregó el jurado.

Asistió a la Edgbaston High School for Girls, en Birmingham, Inglaterra, de 2013 a 2017. El 29 de marzo de 2018,  visitó Pakistán por primera vez desde su atentado. También escribió el libro «El lápiz mágico de Malala». Ella soñaba con tener un lápiz mágico similar para poner un pestillo en su puerta (así sus hermanos dejarían de molestarla), para detener el tiempo (y poderse quedar un ratito más en la cama por la mañana) y también borrar el mal olor que llegaba de un basurero cerca de su casa.

Después inició una licenciatura en Filosofía, Política y Economía en la Lady Margaret Hall, de Oxford. De donde ya se ha graduado. 

«Es difícil expresar mi alegría y gratitud en este momento dado que terminé mi licenciatura en Filosofía, Política y Economía en Oxford», escribió en su cuenta de Twitter.

«No sé lo que me espera. Por ahora, será Netflix, leer y dormir», agregó. Y es que Malala es una joven con una fortaleza increíble que ha sabido luchar con la frente en alto ante semejante barbarie impuesta por el régimen Talibán. 

No solo en Pakistan, sino también en países tan castigados como Afganistán las vejaciones y humillaciones que sufren las mujeres son inefables. El trato que reciben es tan marginal que ha llamado la atención de toda la comunidad internacional . Mujeres encarceladas en sus domicilios, viviendo una pesadilla sin precedentes. Pero ellos justifican el trato vejatorio hacia sus mujeres argumentando que  lo hacen así para poder «crear ambientes seguros, donde la castidad y dignidad de ellas sean por fin sacrosantas, tal y como recogen las creencias Pashtunes sobre la vida en purdah (práctica para ocultar la vida femenina en público)». Lo cierto es que las odian, las tratan como a animales y por supuesto no les permiten la mas mínima de las libertades como estudiar. 

Su autobiografía «Yo Soy Malala» fue publicada en el año 2013 justo un año después del intento de asesinato. Un libro impactante que se  convirtió en  Best Seller internacional.

A diferencia de Malala quien dice que no cubre su cara porque quiere mostrar al mundo su identidad, en algunos países bajo el yugo talibán las mujeres se cubren por completo bajo el Burka, una vestimenta que es absolutamente obligatoria. El trabajo fuera de casa también está prohibido incluso para las mujeres que tienen profesión -doctoras, ingenieras, etc.- y para  cualquier actividad que quieran hacer fuera siempre han de ir acompañadas de un hombre , ya sea el padre, el marido o un hermano. Tampoco pueden ser tratadas por médicos hombres y por supuesto está totalmente vetado el asistir a una escuela.

Cuando una mujer bajo el régimen taliban no cumple las reglas es  azotada públicamente. Las palizas están a la orden del día , llegando incluso a darse por causas tan increíbles como mostrar sus tobillos o amputaciones de dedos por atreverse a pintarse las uñas. Tampoco pueden llevar zapatos de tacón porque los hombres no pueden sentirlas caminar, tampoco verlas asomarse a las ventanas ni a balcones. 

Malala actualmente tiene 23 años , pero lleva más de una década luchando por los derechos de las mujeres en su país para que tengan acceso a la educación. Fue cuando tenia 11 años que el régimen impuso la prohibición de las niñas a estudiar pero ella se negó sistemáticamente y decidió valientemente ir cada día a una de las pocas escuelas que permanecían abiertas. Aquello sembró la ira de los fanáticos y con solo 15 años fue víctima de un atentado que por poco le cuesta la vida.

Con solo 15 años creó la Fundación Malala la cual la ha llevado por muchos países  como embajadora de los derechos de las mujeres para su educación. Ha sido tanto el asombro que ha causado todo lo que vivió y  sobre todo su enorme ejemplo de valentía y fortaleza.

Protagonista de la edición de julio de Vogue UK en donde contó como era su normal vida de  joven recién graduada de la universidad.

A pesar de las circunstancias,  es una chica muy humilde, estudiosa a la que le encanta leer – se pone metas de leer unos 80 libros al año-, también le gusta pasar su tiempo viendo series de televisión como «Rick and Morty».

Siempre es hermoso saber de historias de vida tan  impresionantes como esta. A sus 23 años Malala ha vivido muchos más episodios traumáticos que  muchos ciudadanos quizás vivirán en toda su vida. No obstante, cada vez que nos sintamos abatidas recordemos que muchas mujeres ni siquiera pueden gozar de aquello tan preciado y que muchas veces pasamos por alto. El derecho a vivir en libertad. 

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