“Cuello y Escote On Fire!” Por Marylú.

Queridas Paulovers hoy llego el momento de hablar de una zona de nuestro cuerpo que nos encanta pero que tenemos muy olvidada: nuestro cuello y escote.

Y es que no nos percatamos que esa es un área que da a nuestra imagen un toque sensual y sofisticado, y si le aunamos el factor de que no acostumbramos a cuidarle como debe ser, pues son zonas que suelen ir cubiertas por nuestra ropa, más desapercibidas pasan; pero déjenme convencerlas de sentirse orgullosas de esa parte de su cuerpo tan bella, cuidándola y luciéndola con un bello y elegante escote cuando así se les antoje o sólo lucirlo para ustedes mismas.

Pues bien, déjenme empezar por hablarles acerca de cuál es la anatomía y fisiología de la piel en esa zona, para que podamos entender por qué sufre tanto las inclemencias del tiempo.

La piel del cuello y el escote es un tejido pobre en glándulas sebáceas, por ello se produce un manto hidrolipídico escaso en nutrientes grasos, así mismo, los melanocitos en esa área son pocos, por lo que la protección ante los rayos ultravioleta que estas células proporcionan es limitada; y que decir de la trama de colágeno y elastina, la que, carente de fibras en comparación con el rostro, suele caer con facilidad. Entonces, si esa zona no es resguardada con un protector solar eficaz, si no es exfoliada, nutrida y tratada con los nutrientes específicos para esa zona, veremos cuellos y escotes en mujeres maduras jóvenes, pigmentados, deshidratados, flácidos y visiblemente envejecidos.

El problema prematuro de la laxitud del músculo platisma, el cual es una lámina músculo-fibrosa delgada que se extiende desde la parte superior del tórax hasta el borde inferior de la mandíbula y que se sitúa inmediatamente debajo de la piel, se debe al paso del tiempo, pues, al irse perdiendo elasticidad del tejido con la edad, este se va “aflojando”, dando lugar a las bandas platismales o cuerdas platismales, otorgando un aspecto de “cuello de gallo” o “cou de coq”, por su parecido con los colgajos que presenta el gallo bajo el pico.

Es importante que les mencione que también hay hábitos y enfermedades que hacen que esta zona pierda su belleza y salud:

Empecemos por los hábitos.

Subir y bajar de peso lleva a la piel a perder tonicidad.

Desvelarte, fumar, ingerir alcohol con regularidad, llevar una alimentación desbalanceada y no hacer ejercicio hace que el oxígeno y los nutrientes que se producen en tus células sean pocos y de mala calidad.

La ingesta excesiva de los cuatro monstruos blancos (el azúcar, la sal, las harinas y los lácteos) provocan retención de líquidos en el cuerpo que, por supuesto, se ve reflejada en el mentón.

La mala postura provoca un doble mentón pues retrae el maxilar y abulta el tejido adiposo en la zona. También la mala postura de hombros, la que se asocia a la depresión que lleva a adoptar bajar la cabeza, encoger hombros y encorvarse.

El estrés, que tensa y contractura principalmente los músculos trapecio en la espalda y cervicales, aparte de hacerte sentir molestia por el dolor y la tensión en esa zona, se formará una contractura que no permitirá que haya una buena irrigación sanguínea en el tejido muscular y dérmico, provocando que la oxigenación y nutrición de los tejidos de esa zona sea pobre causando oxidación celular y su correspondiente flacidez y envejecimiento prematuro.

Exponerse al sol sin protección y frecuentemente, lo que provocará elastosis (rompimiento de las fibras de elastina por radiación solar) deshidratación y aspecto de la piel opaco y apagado.

Mala posición al dormir: cuando se duerme con la cabeza hacia los lados se afecta a la piel de las mejillas y barbilla, cuello y escote, así como quienes duermen con la cabeza contra la almohada favorecen la aparición del doble mentón y las líneas intermedias en la separación de los senos.

Enfermedades y padecimientos

Cambios hormonales: cuando aumenta la progesterona durante la menstruación y tras la falta de estrógenos en la menopausia se favorece la retención de líquidos en el mentón, mostrando una antiestética papada.

Por disfunción de la glándula tiroides, lo que provoca bocio.

Alergias o colon irritable: las personas que padecen estas dos afecciones tienden a aumentar la papada debido a situaciones de acumulamiento de líquidos en esta zona.

Por todo lo anterior te dejaré en este articulo 10 tips para prevenir y reparar los daños en esta área tan femenina, ponerla bonita y que puedas sentirte orgullosa de saber cuidarte, luciéndola para ti misma o para quien tú quieras😉

No olvides incluir esta zona en tus hábitos de limpieza nocturna.

Todo lo que le apliques a tu rostro llévalo también al cuello y escote con un suave masaje.

Cada 15 días realiza una rutina de limpieza profunda de tu piel, de preferencia en una cabina cosmetológica.

Usa un protector solar profesional con un FPS 50+

Realiza una rutina de ejercicios adecuada con estiramientos, pesas, yoga o natación, para ayudar a que toda la musculatura se mantenga más joven.

Usar el sujetador adecuado a tu talla, actividad, edad y complexión física

Lleva a cabo una sesión nocturna o matutina de 5 minutos de auto-masaje en cervicales, cuello, y escote con un aceite de almendras, jojoba, pepita de uva, o de rosa mosqueta, respirando conscientemente, relajándote y activando la circulación sanguínea para una mejor nutrición (sígueme en mis redes para que aprendas una sencilla y muy eficaz rutina de yoga facial que comparto de manera gratuita.)

Te recomiendo que uses y formules productos naturales como serums, emulsiones, y mascarillas con estos activos:

Castaña de indias, vaso constrictor que coadyuva a la retención de líquidos.

Ginkgo Bilova, Mejora el tono vascular y la microcirculación.

Centella asiática, mejora también la microcirculación.

Ruscus aculeatus, vasoconstrictor con flavonoides que mejora edemas y por ende el drenaje linfático de la zona.

Vitaminas como la A, C, E que renuevan la piel, favorecen la producción de elastina y colágeno, estimulan el metabolismo de las grasas y la eliminación de sustancias toxicas.

Colágeno, elastina y ácido hialurónico:  Reafirmantes y humectantes de la piel.

Liposomas y Q10, hidratantes, y protectores de agresiones externas que pueden envejecer la piel.

Retinol, DMAE

Liporeductores en caso de necesitarlo, como la cafeína

Duerme, ejercítate, come sanamente, corrige tus posturas al dormir, caminar y sentarte. Hazte chequeos periódicos con tu medico especialista para prevenir enfermedades importantes.

Pero sobre todo, siéntete orgullosa de quién eres, ¡presúmete! ¡Yérguete!, ¡y ámate tal y como eres, para que no te cueste trabajo darte pequeños cuidados cada día, que a la larga te den cambios sorprendentes en ti misma.

Ha sido nuevamente un placer compartir con todas ustedes este artículo que he escrito con mucho cariño espero les guste y les sirva mucho, hasta la próxima queridas todas.

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