“Los problemas no se resuelven con dinero, sino con imaginación” . Así comienza la historia que nos envía Lucía López,- divorciada, con dos hijos-originaria de Torreón Coahuila, al norte de México. Ella es ingeniera bioquímica de profesión y tiene un post grado en agricultura orgánica sustentable. –«De alguna forma las plantas y su química siempre me atrajeron»-, nos cuenta.
Lucía se emocionó muchísimo cuando le pedí ser la #Paulover del mes de noviembre. Desde aquel post que comentó diciéndonos #YoQuieroSerVIP no he parado de admirar su bello trabajo.
» Durante varios años trabajé en institutos de investigación científica de alto renombre fuera de mi ciudad natal, donde me especialicé en el área ambiental. Reconozco que siempre fui buena en el puesto que me desarrollaba pero había algo que no me permitía sentirme plena. Quizá era el ego de la comunidad científica o mi propio reflejo a trabajar. Un día, me cansé de ello y decidí renunciar y emprender una consultoría ambiental junto con otros colegas, pero al final el plan no resultó, así que me regresé a mi ciudad natal junto con en ese entonces mi esposo y mis dos hijos. Al poco tiempo, mi vida giraba en una serie de cambios, incluyendo el término de dicho matrimonio de 12 años, pero en el inter había hecho algo que cambiaría mi vida por completo: tomar un curso de jabonería artesanal».
Los productos de su marca Rosa &Canela son preciosos. Y la fotografía por supuesto que nos encanta!.
«Con mi renuncia en el trabajo, mi plan de sociedad fracasado y un divorcio de por medio, mi cuenta bancaria comenzó a tener números rojos. Busqué y busqué trabajo sin obtener éxito. En mis entrevistas, siempre terminaban con una conclusión particular: sobre calificada para el puesto».
En casi dos años de ediciones de Paulownia MAGAZINE hemos conocido muchos casos de emprendedoras que han tenido que salir adelante y el caso de Lucía no es la excepción. Hoy en día en plena pandemia, para muchas personas , sacar adelantes sus negocios se ha convertido en un verdadero desafío. Las personas han salido con una dosis de miedo extra luego de estos dos años que nadie vio venir.
«Mi situación económica no podía estar peor, así que una mañana de esas que comienzas a reflexionar dije: Lucía, tienes que hacer lo que sabes hacer, pero HAZLO CON MUCHO AMOR. Y así fue». Como si el universo hubiese conspirado a mi favor, esa misma noche me integraron a un grupo de cosmética natural y me dí cuenta de lo sencillo que me resultaba el entender y comprender sus formulaciones, así que a la mañana siguiente compré material, transformé mi cocina en un minilaboratorio y me resultaron 15 jabones. Obviamente los hice temerosa y con mi autoestima por los suelos. Mi ego era el gran obstáculo para vencer la adversidad».
«Dos días después, me visitó una querida amiga, los vió y prácticamente sin que yo me diera cuenta, se los llevó. Al siguiente día me llamó para decirme: “mis vecinas compraron todos tus jabones y quieren más”. Verdaderamente yo no lo podía creer! Ese pequeño y amoroso acto de su parte, me empoderó y me dió la confianza que en ese momento yo necesitaba. A partir de entonces, decidí dedicarme 24/7 a mi pequeño gran negocio».
«Un pequeño acto amoroso de parte de una amiga me empoderó y me dio la confianza en el momento que más lo necesitaba»
Llamé a mi marca Rosa&Canela, que para mí es la representación de la mujer: bella, delicada y frágil como una rosa, pero al mismo tiempo con el carácter, entereza y el picor de la canela. La combinación perfecta que en ese momento me describía. Al poco tiempo, diferentes puertas comenzaron abrirse. Conocí gente sumamente profesional y especializada en el tema de la cosmética, la extracción de aceites esenciales, la artesanía y lo verdaderamente hecho a mano, leí libros al por mayor, tome cursos diversos entre los que obviamente destacan los de mi queridísima Cosmética Paulownia. La preparación en este ámbito y en cualquiera, siempre debe ser constante».